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Ni las manos ‘sanatorias’ de los sobanderos, ni las pomadas con olor a eucalipto y alcanfor que muchos catalogan como ‘milagrosas’, pudieron preservarle la vida María del Carmen Pulido Ibáñez, de 55 años, quien murió en las últimas horas luego de que sufriera una fuerte caída cuando caminaba por unas deterioradas graderías de cemento. Al parecer, la mujer pereció por una inadecuada atención de sus lesiones.
Los hechos
Un sendero peatonal por donde diariamente circulan niños, adultos y ancianos, fue el desafortunado escenario de tragedia para una mujer de 55 años, quien sobre las 3:30 de la tarde del sábado caminaba por el sector de Manablanca en Facatativá, cuando de forma inesperada tropezó con uno de los obstáculos en el camino y cayó de cabeza contra el pavimento.
María del Carmen según cuentan testigos, se paró como pudo y con algunas raspaduras continuó su camino. No le prestó importancia a sus dolencias, pues pensó que era algo pasajero y así llegó a su destino, comentándole a sus allegados lo que le había sucedido.
Pulido Ibañez al sentir que el dolor empeoraba y que los moretones se hacían más visibles en su lastimado cuerpo, tomó tal vez una mala decisión y se fue a donde un sobandero que le habían recomendado. El sujeto la masajeó donde se había lastimado, le aplicó una pomada y luego de toda una parafernálica sesión, le dijo que todo iba a estar bien y que se fuera para la casa a descansar.
La crisis
El minutero del reloj fue girando y el dolor empeoraba en el cuerpo de María del Carmen. Fue tanto el desespero y la preocupación, que pasadas las 6 de la tarde decidió acudir al médico y se trasladó al Hospital San Rafael de Facatativá.
En el centro asistencial, no fueron suficientes las manos expertas de los galenos para poderle salvar la vida y pasadas las 7:00 p.m. su corazón se detuvo para siempre a consecuencia de una complicación cardiaca que desencadenó el fuerte golpe.
Unidades de Criminalística realizaron la respectiva inspección al cadáver y cuidadosamente la trasladaron a Medicina Legal, donde médicos forenses examinaron minuciosamente el cadáver para detectar las causas puntuales del deceso.
La tristeza
EXTRA conoció de manera extraoficial, que la señora María del Carmen era una mujer emprendedora, que trabajaba en una microempresa de su propiedad en la que se fabricaban dulces ‘momentos’, que alegraban a sus familiares, vecinos y conocidos. Las melcochas, las preferidas.
Hace tan solo dos años, Pulido Ibáñez había recibido por parte de la Alcaldía de Facatativá, una ayuda dirigida a micro empresarios que como ella, soñaban con forjar una gran empresa. Todo era felicidad y allegados a la víctima señalaron que en el municipio no había nadie tan trabajadora, alegre y respetuosa como María y que su inesperada partida, ha llenado de tristeza a todos los que la rodeaban.
Investigadores judiciales, investigan también, si la visita al sobandero tuvo algo que ver en este trágico final. Por ende, las autoridades recomendaron no acudir a esos ‘prácticantes de la medicina alternativa’ e invitaron a la ciudadanía a que visiten las manos de los médicos quienes están listos para atender cualquier eventualidad.
Redacción EXTRA Bogotá